Hace dos semanas realicé el primer contacto con la competicición, se llamaba competición, pero la carrera no iba conmigo, era solo un entreno, pero esta vez sin ir descansado, fue un domingo tras realizar una super salida el sábado anterior, nos clavamos 130 kilómetros. Dicho así no dice mucho, pero si explico que jamás había salido con semejante aire y que soportar esa presión, era digno de superheroes, debeis creerme. De hecho las bajas por sufrimiento fueron el tema del día. Os comento esto, ya que la idea era ir a la carrera sin poder dar el cien por cien, salir fuerte, pero sin poder darlo todo. La otra premisa era ver la realidad en primera persona, ver como me estaba sentando todo, ya que por mucho número que veas, si no te pones en escena, no puedes sentir realmente la realidad.El caso, que tras llegar el sábado a casa después de los 130 kilómetros con los amigos de grupeta, la mujer me vio la cara y se preocupó jaja tenía la cara fuera de sí, pero tras una buena ingesta de membrillo, manzana asada, plátanos, sales, una buena ducha caliente, estirar bien, comer un gran plato de pasta al rato, pues que cualquiera recupera así. Si a esto le sumamos una horita de siesta... (... que cada uno entienda los puntos suspensivos a su manera) pues que todo eso me sentó fenomenal, y luego toda la tarde de compras con la familia (si eres hombre para madrugar y sufrir sobre la bici, debes ser hombre a pesar de no sentir las patas, para ser el jefe de la banda y realizar las cosas de casa, estar con la familia y disfrutar de verdad, el equilibrio es fundamental, por lo menos para mi).
La cuestión, que el domingo al despertarme, me sentía un hombre nuevo, me desperté con mucha energía, no me fiaba de esas buenas sensaciones, pero me las quería creer. Cuento esta historia, ya que muchas veces el manual del ciclista se inventa un nuevo tema y rompe los esquemas.Tomamos salida al final del todo, por delante solo se podían ver casi 900 cascos y muchas bicicletas, tantas que hacían la calle estrecha. La Diputación de Albacete, no tiene fama de organizar malos eventos y a la vista estaba, muchísima gente para un circuito que dura un año entero, eso si que es de superheroes.
El caso, que tomamos salida y como carrera que es, ya se empieza a sentir el calar de los cientos de pedales y las pulsaciones suben por sí solas. Salgo a tope, olvidando el entreno y olvidando todo, cuando dan la salida te olvidas de todo, los problemas se centran en no caerte y adelantar a todo lo que se mueva.
Buenas sensaciones, iba muy rápido, adelantar era complicado, había mucha gente, un hándicap que tiene salir de tan atrás. Las sensaciones no se van en toda la prueba, iba muy rápido, tanto como el aire que hacía, eso era de locos, los llanos de la Manchuela susurraban a nuestro paso. Mucho ciclista, pero poco relevo, bueno, es una carrera es lo que hay. Los últimos quince kilómetros durísimos, aire en contra y el pulso por las nubes. Finalmente un buen entreno y un resultado final muy satistactorio, ya que hacía relucir los duros entrenos de los últimos meses y me daba paso a una semana de transición que me iba a hacer desmenuzar el gran esfuerzo de la pasada semana.
Espero tener un poco más de tiempo para escribir, agradezco los mails de apoyo y de querer saber un poco más de mi andadura de entreno para los 10000 del Soplao, pero de verdad que mi día no da más de sí.
Un saludo para todos!
